Sueño de una tarde en la Alameda Central.

Ermitaña y áspera me he convertido, el tiempo me ha agrietado las andanzas y los sueños que siempre quise lograr, no quiero que nadie me entienda, por que para mi el entendimiento hacia mi soledad y me aspereza solo se convertirá en lástima y la lástima no es mas que la vergüenza ajena de otra persona… Por hoy no necesito eso, no me basta, no me complace en absoluto, solo te pido que cierres la puerta que te vayas de puntillas al salir, para que así no arranques mi melodrama mental.